Su aparición se debe a múltiples patologías que contribuyen a la aparición de los síntomas: hernias discales, artrosis, osteoporosis, fibromialgia y muchas otras.
Dolor de espalda en hombres y mujeres.
El dolor de espalda no es igual para todos: hombres y mujeres se ven afectados por el dolor de espalda, pero en diferentes porcentajes, con un 16% de mujeres y un 11% de hombres, y con diferentes causas, síntomas y curso.
Las patologías que contribuyen a la aparición del dolor de espalda pueden ser diferentes, por ejemplo:
- la fibromialgia, la osteoporosis y el reumatismo son más frecuentes en mujeres;
- las hernias discales, la artrosis y la sinovitis, intra o interarticulares, postraumáticas son más comunes entre los hombres.
Los síntomas del dolor de espalda
Los síntomas del dolor de espalda cambian según la patología que contribuye a su aparición.
Si el trastorno se origina a partir de una hernia de disco, es probable que se sufra de lumbago o ciática con dolor localizado en la parte inferior de la espalda y quizás también en la parte externa de las piernas.
Si por el contrario se padece artrosis, hay un curso más lento y paulatino que conducirá, generalmente a partir de los 50/60 años, a la degeneración ósea, síndrome facetario, que inevitablemente conducirá a una reducción del espacio articular. y dolor lumbar crónico.
Si se sufre de cervicalgia, se percibe dolor localizado a nivel de las vértebras más altas de la columna con rigidez y contractura muscular.
Diagnóstico
Lo mejor que se puede hacer para diagnosticar el dolor de espalda es someterse a un examen clínico cuidadoso, al que debe seguir la parte diagnóstica.
Como primer paso en el proceso de diagnóstico, generalmente se prescribe una radiografía de la columna vertebral, gracias a la cual se puede encontrar información valiosa sobre el estado óseo de la columna.
Posteriormente, se puede proceder con una Resonancia Magnética (MRI), que permite ver la columna vertebral en todos los planos del espacio (visión multiplanar), brindando detalles importantes sobre la salud de los tejidos blandos, o con una tomografía computarizada, un útil herramienta de diagnóstico para la evaluación clínica tanto del hueso como del tejido blando.
Este último cuenta con una calidad superior en la definición de patología ósea y es ampliamente utilizado porque proporciona información importante sobre el estado de ‘desgaste’ de los discos vertebrales y la salud de las raíces nerviosas.
Finalmente, en algunos casos se puede utilizar la resonancia magnética con medio de contraste, gracias a la cual es posible obtener más información diagnóstica con una visión completa del estado de salud de:
- ligamentos
- músculos;
- istmos, una porción estrecha del arco posterior de la vértebra;
- pedículos, las raíces óseas del arco de una vértebra.
Terapias para el dolor de espalda
Ante la presencia de dolor de espalda persistente, es una buena idea contactar a su médico para iniciar una terapia farmacológica con antiinflamatorios y relajantes musculares.
Si después de 7 a 10 días no obtiene los beneficios esperados, es recomendable consultar a un especialista para una evaluación diagnóstica adecuada.
Lo fundamental a recordar es que nunca se debe tratar la columna vertebral sin una documentación neurorradiológica completa: puede haber más riesgos que beneficios.
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Evaluación del dolor de cuello y espalda en el paciente
Fuente:
GSD