A medida que envejecemos, nuestro funcionamiento cognitivo disminuye. El funcionamiento cognitivo incluye varias habilidades mentales, como pensar, razonar, recordar, prestar atención y resolver problemas. Una disminución normal en el funcionamiento cognitivo puede hacernos más olvidadizos. O podría llevarnos más tiempo resolver problemas difíciles.
Pero estos también pueden ser signos de demencia o Alzheimer. Para 2050, se espera que más de 115 millones de personas en todo el mundo tengan demencia.
Ejercicio y demencia: Reducir el riesgo de deterioro cognitivo
Puede tomar medidas para prevenir la demencia. Un paso fácil es hacer ejercicio. Cuando se trata de ejercicio y demencia, un poco de ejercicio es muy útil, según un estudio reciente.
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El estudio siguió a 62,000 adultos de 65 años o más. Encontró que pequeñas cantidades de ejercicio de intensidad ligera reducían el riesgo de demencia en un 14%. El ejercicio incluía una caminata diaria de 18 minutos o una hora de golf una vez por semana.
El ejercicio también mantiene el cerebro más alerta, según otro estudio. Por cada tramo de escaleras que subía una persona a diario, la edad de su cerebro físico era medio año más joven. Usaron resonancia magnética para medir la edad del cerebro.
Otros estudios muestran que el ejercicio ayuda a prevenir la demencia al estimular la memoria y el pensamiento. El ejercicio aeróbico regular aumenta el tamaño del hipocampo. Esta parte del cerebro controla la memoria verbal y el aprendizaje. El ejercicio también reduce la inflamación en el cerebro. Hace que el cerebro libere sustancias químicas que lo hacen más saludable.
Prevenir la demencia con ejercicio: solo se necesita un poco
Haga que el ejercicio sea parte de su rutina diaria para mantener su cerebro joven. Cuando se trata de ejercicio y demencia, el ejercicio aeróbico es mejor para mantener el cerebro en forma. Elija actividades de intensidad moderada como caminar, subir escaleras, nadar o bailar. Incluso las tareas cotidianas como la limpieza o la jardinería cuentan. Recuerde hablar con su médico antes de comenzar una nueva rutina de ejercicios.
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