Normalmente se trata de un episodio de bloqueo funcional en la región lumbar provocado por un dolor repentino que en ocasiones se presenta sin una causa concreta.
¿Cómo aprender a distinguirlo y, en consecuencia, a tratarlo?
Causas del golpe de bruja
Las causas del tiro de bruja pueden ser muchas y en ocasiones secundarias a las condiciones existentes.
Puede desencadenarse por levantar un peso o por una sobrecarga funcional; en ocasiones puede darse en pacientes que se encuentran completamente asintomáticos y que quizás en ese momento estén realizando actividades no estresantes ni excesivamente exigentes, incluso desde el punto de vista del esfuerzo físico.
Sencillamente, hay situaciones en las que el paciente se atasca incluso levantando una simple hoja de papel.
Normalmente, la correlación con levantar un peso es la causa más frecuente y más obvia.
Sin embargo, incluso en personas asintomáticas con un estilo de vida particularmente sedentario, que están sometidos a una tensión continua pero menor, es posible que haya una acumulación de tensión que puede conducir repentinamente a un bloqueo funcional, es decir, un tiro de bruja.
esto puede ocurrir
- en una persona sana, es decir, sin otras patologías, en forma de un episodio puramente músculo-tensor, que inmoviliza al paciente;
- en personas que ya pueden tener una patología discal, en quienes los síntomas pueden estar asociados en ocasiones con irradiación de los miembros inferiores, principalmente en un lado.
El ictus de bruja afecta por igual tanto a hombres como a mujeres, aunque la lumbalgia crónica es ciertamente más frecuente en mujeres, mientras que la lumbalgia aguda, al no estar ligada a una patología específica, puede presentarse en ocasiones en ambos sexos.
El grupo de edad objetivo más afectado es sin duda los adultos (20 años y más).
Síntomas
La sintomatología del tiro de bruja es un dolor punzante en la zona lumbar que impide el movimiento.
Si no se irradia a las piernas, suele cursar con una sensación de dolor localizado en la zona lumbar que impide el movimiento y provoca un bloqueo funcional.
Si empieza a irradiarse a los miembros inferiores puede ser un golpe de bruja asociado a una hernia discal.
El verdadero golpe de bruja normalmente inhibe tanto el movimiento que incluso sentarse se convierte en un problema y el paciente se ve obligado a buscar las posturas antálgicas más cómodas que le permitan sentir el menor dolor posible.
En ocasiones, el dolor es tan intenso que la persona queda inmóvil, impidiéndole realizar cualquier tipo de actividad.
Cómo diagnosticar el derrame cerebral de bruja
Para el diagnóstico de tiro de bruja, el paciente puede ahorrarse investigaciones instrumentales si hay dolor lumbar presente:
- ocurre como resultado del esfuerzo
- se resuelve simplemente tomando medicamentos antiinflamatorios o relajantes musculares y ya no ocurre.
Si el dolor lumbar agudo es el resultado de un dolor lumbar crónico, en lugar de recurrencias frecuentes, las investigaciones instrumentales se vuelven absolutamente necesarias.
Este comienza con una radiografía para comprobar si hay patologías de predominio óseo como, por ejemplo, anterolistesis (deslizamiento de dos vértebras) o que no haya hallazgos radiológicos sugestivos de una posible hernia discal como, por ejemplo, una reducción del espacio entre las dos vértebras.
En ese caso, si los síntomas permanecen localizados en la región lumbar, no hay sintomatología radicular o el dolor se resuelve con terapias específicas, se puede postergar la posibilidad de proceder con una resonancia magnética; por el contrario, si la irradiación afecta la pierna o la ingle, en ese momento se procede con la resonancia magnética.
Por lo tanto, el diagnóstico es principalmente clínico con la ayuda de diagnósticos instrumentales con los objetivos de:
- investigar las causas
- evaluar un pronóstico;
- establecer el riesgo de recurrencia.
Cómo tratar el golpe de bruja
Desde el punto de vista de la terapia, se debe iniciar de inmediato un ciclo de medicamentos antiinflamatorios combinados con relajantes musculares, que a menudo resuelve los síntomas en unos pocos días.
Cuando esto no sucede, es necesario realizar investigaciones instrumentales más detalladas y, si es necesario, someterse a terapias físicas como la masoterapia, la tecarterapia o la terapia con láser que, en estos casos, tienen la función de eliminar la inflamación y reducir la contractura muscular que sostiene el golpe de la bruja.
Son por tanto terapias que actúan sobre el síntoma y se realizan en la fase de resolución progresiva o cronificación de la situación.
El ictus de bruja en sí mismo no es una patología quirúrgica, pero es evidente que cuando la lumbalgia aguda se sustenta en una patología hernia discal que comienza como lumbociática aguda o cuando la lumbalgia aguda se inicia como ictus de bruja y se sustenta en anterolistesis, puede haber indicación quirúrgica. a ser evaluado por el ortopedista de columna o neurocirujano específico.
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GSD